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28 ene 2013

Cada día, cada buenas noches.





Que soplaba el fuego de cada vela, que recuerdo cómo iba cayendo la cera.

Que no abre visto muchas estrellas fugaces, pero alguna paso en aquellos años. Anocheciendo, mirando las estrellas desde mi ventana.


Qué estrellé todas mis monedas que llevaba en los bolsillos de aquellos vaqueros desgastados, en una fuente de piedra, comida por el musgo.


Que aquella pestaña que resbalaba por mi mejilla hasta caer en mis papeles llenos de letras. Que iba deslizándose por el aire.

Que he encontrado mil motivos para pedir siempre el mismo deseo.

¿Sabes cuál?
Que no te fueras nunca de mi lado, que no me dejaras sola, que te necesitaba... Necesitaba saber, que, al irme a dormir, aunque tu no estuvieras bajo esas sábanas conmigo, me decías  buenas noches con apenas un susurro. ¿Pero sabes qué?
Que yo lo oía. Entonces cerraba los ojos fuertemente y pedía el único deseo que yacía desde hace mucho en mí. Que no te fueras, incluso en mis sueños. Así que cada día, cada buenas noches, te esperaba.

24 ene 2013

Debajo de tus párpados.


Bosques, llenos de hojas secas, inundando cada parte del suelo. La luz de la luna, jugaba a enredarse entre las ramas de aquellos abetos. El hielo, cubría cualquier tipo de reflejo de aquel pequeño estanque.

12:26 de la noche. Esa fue la hora, en la que todo mi mundo se vino abajo.

Cierras los ojos, los aprietas. El dolor y la rabia se almacenan debajo de tus párpados.

En esos momentos no existía nada más, tan sólo ese tipo de silencio, en el que puedes escuchar tus propios pensamientos, en el que se escuchan tus lágrimas, ese mismo tipo de silencio que grita a la nada.

No iba a venir, nunca.

16 ene 2013

6CDD881


El casete de the strokes, un cartón de vino, casi vacío, un cigarro encendido con el mechero del taxi, ceniza suspendida.
La lona del techo, rasgada por una pequeña navaja, que hasta ese momento había sido conservada en un estado óptimo.

Bajos las luces del cielo.
Allí.

Una sensación que recorría parte de tu cuerpo, ansia, placer...
Besos.
Pelo alborotado, un tirante del sujetador resbalaba por el hombro.

Miradas buscando aventuras, o simplemente cualquier locura que callar.
Queriéndose tanto...





-¡¿Qué coño?!.

"A veces, las cosas cambian, para bien o para mal tienes que saber aceptarlas y eso conlleva el no rebuscar en el pasado. Ahora es así. No hay nada más que decir. Y ahora tan sólo queda esto":


Amarillo viejo, la pintura algo desgastada, un faro roto, matrícula 6CDD881, oxidada.
Apenas tenía retrovisor.
El techo del taxi, solamente una tela, algo rasgada formando una especie de rectángulo.
Marcas de pintalabios rojo en el asiento delantero.
Se respiraba a puticlub.
Una ventanilla, pintada con spray negro.



Desidia.
Equidistante del vacío.

Mirada de odio. Temor. Algo caía por la pupila derecha, deshaciendose en dolor.

Y eso quemaba.

14 ene 2013

Los silencios gritaran.



Cuando los locos ya no estén tan locos.
Las tormentas dejarán de ser grises, la ropa ya no estará tirada en el suelo, se olvidaran las locuras, la realidad se volverá aburrida, las palabras no podrán escucharse, sin excusas que vacilar, los silencios gritaran, los errores dejarán de ser pequeñas aventuras, y las hojas caerán al suelo.






13 ene 2013

Se expande por las fibras del papel.



A veces, simplemente no puedes más.

Ríes, pero está vacía, tan sólo un gesto, sólo eso.




De repente tus ojos, ya no pueden fingir  más, llevan demasiado tiempo mintiendo. Mintiéndote a ti misma.
Una lágrima escapa, recorre la mejilla rosada hasta que cae, la tinta del bolígrafo se expande por las fibras del papel, y dejan semi-oculta aquella palabra: "recuerdos."

6 ene 2013

Facilidad de comprender la confusión.


Como una película, una de esas que empiezan por el final, el final, ya que en la realidad no hay segundas partes.

Ya está todo dicho, el dolor ya está hecho, sin sorpresas ni falsas reconciliaciones que acaban destrozando cualquier objeto que se cruce en el camino de dos personas con el único propósito de hacer el amor. Ahora tan solo queda ver la trama





El techo, tan blanco como hace dos segundos; Lo único que podía sentir era cómo si los  latidos de mi corazón invadiesen todo mi cuerpo, la voz me temblaba y apenas podía pronunciar una palabra sin que sonara estúpida.


Joder, otra vez.

¿Esta vez tiene que ser todo tan jodido?


Estaba todo tan claro, y ahora, joder, ahora sería imposible entender  esa facilidad de comprender la confusión.


Ahora sólo queda una promesa sujeta a una única condición, la de no olvidarme.

4 ene 2013

10:53.


"Lo sentimos, el número que ha marcado no se encuentra disponible en estos momentos."

Abro la caja de cerillas, cojo una y la prendo con el lateral de ésta, enciendo la mecha de la vela.



Sonando de fondo Iggy Pop, canción 03, de Lust for life.
El cigarro consumiendose lentamente en el cenicero, así mismo que la vela.

10:53 de la noche.

Borrachos por la calle, quinientas canciones sonando a la vez en los distintos bares de la ciudad. El metro, abarrotado.

Cielo oscuro, habitación oscura, excepto por esa pequeña llama incandescente que lucha por no ser abatida. Suspiros.

3 ene 2013

No tuviste que venir, no deberías haber llegado hasta aquí nunca, de ningún modo. Tú no.

Hubiera sido más FÁCIL, ¿no crees?.

Lo que todavía sigo sin entender, es porqué, si decidiste irte, así de pronto, sigues aquí.
¿Acaso pretendes seguir sin dejarme dormir por las noches?.

Quizás el problema sea yo, tu tomaste tu decisión, pero parece ser que yo, aún no lo he hecho. Quizás siga esperando; La respuesta es: ¿a qué?.

¿Sabes? me hubieras ahorrado ganas. Sí, eso y sobre todo TUS recuerdos, imborrables. Cuando una persona se va, debería ser obligatorio llevarse todo lo que ha traído consigo, o al menos dejar un post-it de algún color fosforescente, en la nevera en el que pusiera algún tipo de instrucción, o algo de eso, ¿no?.