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12 may 2013

Y es que ahora, sólo veo cielos grises.




Quería decirte, que esta noche, el miedo se ha colado por mi ventana y se ha acurrucado muy despacio, en mi cama. Me ha cerrado los ojos, y me ha envuelto entre las sábanas.

Esta noche he soñado con poesía, y poesía, eres tú, mi amor.

Se que eras tú, por que aún tengo las manos frías de rozar tu piel cuando aún era invierno.
Estabas ahí, diciéndole a la luna, que esta noche no íbamos a dormir, y  yo sentía que el pecho me quemaba, y es que ese es tu rincón.
Te fuiste, dejando la cama llena de recuerdos, que te gritaban, según te ibas alejando. Dejaste todo tirado.
El tocadiscos que sonaba aquella noche, sigue emitiendo tus susurros, con una música de fondo. Que no consigo escuchar.


Y es que no hay nada que pueda tapar esta cicatriz, que me arde cada noche. Excepto tu sonrisa, esa que me agarraba cada mañana sin soltarme, esa que me decía que no me preocupase por nada, que todo iba a salir bien. Y es que se ha grabado de forma permanente en mi almohada.  Donde posabas mi infinito cada noche.

Y es que mi pupilas ya no tienen fuerzas, para callar con desidia.

Y es que ahora, sólo veo cielos grises, y es que ellos no entienden de cajas de música que iban al compás de tus caricias, ni de tus ojos, que eran capaces de leerme los labios, que ahora ocultan las ganas detrás de ese rojo, difuminado, cuando decía con silencios, vuelve. Quédate, que cada noche ese miedo a no necesitarte nunca más aparece, así, sin avisar.








11 may 2013

Déjame posar mis delirios sobre tu pecho.


http://www.youtube.com/watch?v=VLg8MBzPfTA

Déjame que derrame mi sonrisa por todas tus lágrimas, deja que se enrede en las pestañas y que juegue a cerrarte los ojos, por una noche.
Déjame mirarte desde cerca, todavía más, déjame que me pierda en tu mirada, que penetra en mi piel hasta dejarla bajo escombros.


Déjame inventarme una luna llena,  un cielo inundado de luces y una pequeña playa, donde dejaremos nuestra pequeña silueta, aunque la marea suba, y arrastre nuestra piel hasta quedarla impregnada de salitre, borrando las marcas de mis labios por todo tu cuerpo.


Déjame dormir en tu sonrisa, respirando el mismo oxígeno, y robándome el poco aire que me queda.

Susurrando canciones, entre las sábanas, mientras se desvanece con las ganas, que le tengo a tu labio inferior.

Y recorrer milímetro a milímetro cada atardecer desnudo, llegando hasta el infinito de tu piel.

Déjame posar mis delirios sobre tu pecho, e inventar una historia que quedará bajo la almohada.

Empañar los espejos callando con caricias, que parpadean en mi piel. Rompiendo los besos, como si fueran cristal.

Déjame grabarte esta noche en tu costado, cuando el cielo se nos venga abajo.


Déjame hacer planes contigo mientras el sol despierta, entre los pequeños huecos de la persiana.



Jugemos a hacer el amor bajo la nieve, con la canción más rara del mundo, con miel, o bajo la lluvia.

No dormir en días de tormenta, prometernos un nunca, no terminar nunca de ver el final de una película, emborracharnos con café, no dormir entre semana, ver nevar todos los domingos, hacerte reír con una historia de miedo, ver auroras boreales en el centro de la ciudad, dormir escuchando jazz.



Y ver despertarse a la luna, mientras hacíamos eso, que "llaman amor".

Tus costillas, donde me perdía alguna noche.


http://www.youtube.com/watch?v=3Cn92YvcATQ

Dime que sólo estamos jugando al escondite y que por eso no logro encontrarte.
Dime que es por eso y no porque hayas decidido marcharte, sin un billete de vuelta.

Y es que no se que más decir desde que te has ido, por que me faltan las palabras para contártelo, y me sobra todo lo demás.

Me sobran los sueños , las historias y las caricias que dejaste por toda mi cama.

Me sobra el café, que se enfría por las mañanas y  que por la noche abrasa, que se me queda grabado a fuego en la garganta, y es que ya no puedo gritar tu nombre por las noches, mirando por la ventana, por si apareces.


Me sobra medio paquete de tabaco, el cigarro de después, que se consume más lento, y es que ya no estás para quitármelo de la boca.
Me acuerdo, me acuerdo bien; le dabas unas caladas entre una sonrisa, una de esas  que hacía que me dieran unas ganas tremendas de morderte la boca, y lo que pasara...
Y la mía, mi sonrisa, que se escondía detrás de tu espalda, como una niña, que corría lo más lejos posible hasta encontrar un lugar a salvo. Su escondite, su rincón, su lugar secreto. Y el mío eras tú.


Me sobra hueco en los bolsillos, y es que ahora camino con las manos cosidas a ellos, se me congelan, y sobra hueco, para ti, para tus manos, esas que me hacían rozar el cielo, y es que nadie mas entiende de cielos como tú, y como yo.
Y es que nadie ha estado entre las nubes, cómo nosotros, diciéndonos bajito que estábamos locos.

Me sobra un sitio en mi cama, y es que no encuentro tus costillas, donde me perdía alguna noche. Que todavía hiela y mi piel suplica perderme entre tus manos.
Que mi clavícula se queja de frío.

Y es que ahora me pongo dos pares de calcetines, para aguantar el frío que dejaste por todo mi cuerpo, por toda mi habitación.


Me sobran las ganas de abrazarme a tu espalda, y darte las buenas noches, o un "te quiero".

Quédate.
Que aún me quedan lunares por contarte. Leerte a Bécquer bajo las sábanas.
Mientras nos follamos el invierno.

Me sobra el último suspiro sobre la almohada


También me sobran  la mitad de las teclas del teclado para escribirte, para contarte mis sueños en tu cuello, para decirte con los ojos inundados, que te echo de menos.


Vuelve.
Prometo contarte cada noche las estrellas; rozando mi nariz contra tu pecho.

Dime que volverá a subir la marea, que necesito sentir que me ahogo  cuando estás rozándome; despacio.
Como un barco de papel que se va hundiendo poco a poco en tu espalda.
Caricias que rompen contra mi piel, como las olas. Que me pierdo en este azul, y tus ojos siguen quemándome.

Y no estás.