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27 jul 2013

Personas, estrellas y cielos. Son lo mismo para mi.

Sé que a veces no brilla tanto, y lo sé porque me siento más sola. Más nada.
 Me siento vacía, y se nota en que el cielo es más negro, más carbón.
Vacía de ti, de tu ausencia, y es que a veces no brilla tanto.
Todo lo que se ha quedado bajo mi pecho es tan grande como el cielo, sólo que un cielo azul, con una preciosa puesta de sol.

Elegir la soledad, para tapar que te sientes así de verdad. Y quizás así duela menos.
Quizás por eso me aparte de las personas que consiguen que ese vacío esté un poco mas lleno.
No consigo ser feliz así, y se que  apartándome de esas personas que tanto quiero y me quieren lo seré menos.
Pero pensé que lo necesitaba, pensé que necesitaba otra vez estar sola. Y me hundo más.


Pero se que pronto volverá ese cielo tan azul.

21 jul 2013

Editando...

De querer llorar y acabar derramando más tinta que lágrimas.
De soñar y no dormir, de escribir con los ojos cerrados, que es más bonito que el papel.
Más lluvia que tormenta, más caos que calma, y yo sigo aquí, partiéndome un poco el pecho, para escribirte y seguir muriendo, a la vez.
Pero si dejara de hacerlo moriría igualmente sólo que con más bolígrafo que papel.
Que el verbo anhelar  si existe por las noches, a solas, y con medio café más frío que amargo duele más.
Acantilados para despertar, y es que le tengo miedo a las alturas, y a querer, que viene siendo lo mismo, sólo que un te quiero me asusta, más.
Dime como era antes de conocer todo esto, de saber que había noches más oscuras que el negro de mis pestañas, que sentir la poesía duele aún más que recordar.

Recordar que era tu sonrisa la que alegraba las calles de cualquier ciudad, Barcelona por ejemplo. Que tu pecho me hacía ser tan inocente, que en tu espalda desaparecía cualquier preocupación. Llamémoslo ansias, que en un verso el amor empieza a estar sobrevalorado, y mi lápiz aún no sabe escribir esa palabra.
Prefiere distraerse y mirar por la ventanilla del tren, dejando de buscar sonrisas a medias, o rotas, por el vagón. O leer el libro que lleva la persona de al lado, ver dormirse a aquel señor que está sentado dos asientos más allá, o quizás dibujar entre el zic-zac de la vía.


Y es que hay momentos que tienes que dejar de se tú, para sentir un poco menos. Quizás.

18 jul 2013

Que sentir la poesía duele aún más que pensar.

Dime que son las noches sin necesitar a alguien, sin escribir con los ojos empapados de algo, de daño, una mezcla de negro tizon y dolor.
Y he llegado a pensar que ni la música arregla lo roto, que eso sólo es tarea de una aguja y hilos, y dime tú como vuelve a sonreír el pecho de una persona. Eso no es posible cuando tus noches son acantilados y hay tormenta, y es que le tengo miedo a ambas cosas, a la altura y a tantos truenos.
Dime porque me gusta tanto "escuchar" el silencio si lo único que hago es recordar y liarme cigarros de ansias, de nada.
Dime como se empieza de cero,  dime como era antes de conocer todo esto, de saber que había noches más oscuras que el negro de mis pestañas, que sentir la poesía duele aún más que pensar, y que hay momentos en nuestra vida en los que la música deja de sonar. En los que dejas de ser tú para sentir un poco menos.

12 jul 2013

Cariño.

A veces las personas se encuentran en un punto en el que tienen que decidir ellas su camino.
Tu quieres ayudar a esas personas, intentar salvarlas de su mierda, pero a veces no es posible, hay personas que necesitan otro tipo de apoyo, y esta bien aconsejar, es lo que se hace cuando quieres a alguien y no quieres que sufra, pero a veces causa el efecto cintrario, sintiéndose sin opciones, mal.
He tenido mucha vida o poca, depende de como se mire, si en lo aprendido o los días que he vivido feliz.
Aunque no siempre las personas eligan la correcta elección, para ellas habrá sido la elección que en ese momento querían o deseaban y ese preciso momento no lo puede cambiar nada ni nadie.
Siento decepcionar a esas personas, como tú, que tanto me quieren, pero que por desgracia no están en mi día a día.
Necesito, por desgracia que las personas aprueben mis decisiones aunque este segura de lo que hago, no es nada malo, y no me debería sentir así.
Pero si soy sincera, estoy mal. Me siento como persona, más pequeña que antes, prácticamente sin moral. Y eso duele. Casi nunca he tenido que dar explicaciones de nada, porque hay una persona que ha confiado en mi, y eso me ha servido a lo largo de los años para darne cuenta de lo que sou, y para hacerme responsable de mis actos. Aunque respecto a otros temas no lo haya sido, tal vez porque yo misma me creaba una pasividad en la que no podía salir de ella.
Pero duele sentir que te equivocas cuando no crees que sea así.
Y con esto no pretendo nada, sólo intento que me entiendan, sólo eso.
Te quiero tanto, tanto pequeño...
Quiero reír contigo como cuando éramos pequeños, pero últimamente se hace todo tan difícil...
Te quiero, mucho.

11 jul 2013

Tocar el piano para dejar de pensar.

http://www.youtube.com/watch?v=C9haTFoGcvk

Se suponía que todo iba a ser más fácil, que el cielo dejaría de ser gris.

El silencio es la única manera que se, para decirte que no  puedo más.
No quiero que te hundas conmigo, a pesar de mis sonrisas, a medias, que tanto te querían.
Intenté salvarme escribiendo, escribiéndote a ti en una hoja en blanco que llenaba con palabras que no quise sentir nunca, derramando más tinta que lágrimas, que esa fue la única forma que encontré para soñar cuando no podría dormir, y es que escribir con los ojos cerrados en tu espalda es acabar muriendo, de ganas, de pintarte besos por toda tu piel, y de pasear por tu pecho. Y esa me parece una forma bonita de morir, y de dejar atrás esa sonrisa tan bonita que me había salvado tantas veces,  tal vez hundiéndose conmigo…
De alguna forma me duele decirte adiós, de la misma forma que un día empecé a sentir.

8 jul 2013

Dormir, escuchando jazz.


Jugar a hacer el amor bajo la nieve, o con la canción más rara del mundo, con miel, o bajo la lluvia.

Dormir sin ti en días de tormenta, prometernos un nunca, no terminar de ver el final de una película, emborracharnos con café, no dormir entre semana, ver nevar todos los domingos, hacerte reír con una historia de miedo, ver auroras boreales en el centro de la ciudad, dormir escuchando jazz, y nunca despertarme junto a ti.

5 jul 2013

Con medio café, más frío que amargo.

De querer llorar y acabar derramando más tinta que lágrimas.
De soñar y no dormir, de escribir con los ojos cerrados, que es más bonito que el papel.

Más lluvia que tormenta, más caos que calma, que ya no estás,  y yo en cambió sigo aquí, partiendome un poco el pecho, para escribirte y seguir muriendo, a la vez.
Pero si dejara de hacerlo moriría igualmente sólo que con más bolígrafo que papel.
Que el verbo querer si existe por las noches, a solas, y con medio café más frío que amargo duele más. Y joder...