El mecanismo de un tiovivo de cristal.
No se si baila o sólo espera. No se si está parado. No se si
gira sin sentido alguno, pero creo que no.
A veces es más fácil aferrarse a algo que andar sobre tu
propio acantilado-precipicio. ¿Y si ese algo es el miedo?.
Es demasiado complejo como para poderle soltar.
-
Y al final, el tiovivo de cristal, cayó por el acantilado-precipicio,
pero sin mar, ni nada bonito, sólo vacío, (y es que en el vacío también es fácil
romper cosas).
Y el miedo a perder se perdió. Que ironías, sigo agarrándole,
pero no le encuentro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario