Buenos días.
Abre las ventanas y busca otro sol que el nuestro está medio
caído, y no sabes como jode fumar a las dos de la mañana en el balcón, tirando
las flores por un quinto piso, una puta barbaridad.
En vez de deshojar margaritas, busquemos un no te quiero, un
no me quieres, para no hacernos daño lamiendo heridas.
Lámeme desnuda bailando mi canción favorita, que ya no se
distinguir entre descenso y caída.
Que ya me da igual no salvarme, si vamos a morir de todas
formas, mátame tú.
Revíveme de vez en cuando, pero no me des los buenos días.
Que esto de sentir se me complica y aún sigo creyendo que dolemos durante siete
vidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario