Vistas de página en total

11 may 2013

Tus costillas, donde me perdía alguna noche.


http://www.youtube.com/watch?v=3Cn92YvcATQ

Dime que sólo estamos jugando al escondite y que por eso no logro encontrarte.
Dime que es por eso y no porque hayas decidido marcharte, sin un billete de vuelta.

Y es que no se que más decir desde que te has ido, por que me faltan las palabras para contártelo, y me sobra todo lo demás.

Me sobran los sueños , las historias y las caricias que dejaste por toda mi cama.

Me sobra el café, que se enfría por las mañanas y  que por la noche abrasa, que se me queda grabado a fuego en la garganta, y es que ya no puedo gritar tu nombre por las noches, mirando por la ventana, por si apareces.


Me sobra medio paquete de tabaco, el cigarro de después, que se consume más lento, y es que ya no estás para quitármelo de la boca.
Me acuerdo, me acuerdo bien; le dabas unas caladas entre una sonrisa, una de esas  que hacía que me dieran unas ganas tremendas de morderte la boca, y lo que pasara...
Y la mía, mi sonrisa, que se escondía detrás de tu espalda, como una niña, que corría lo más lejos posible hasta encontrar un lugar a salvo. Su escondite, su rincón, su lugar secreto. Y el mío eras tú.


Me sobra hueco en los bolsillos, y es que ahora camino con las manos cosidas a ellos, se me congelan, y sobra hueco, para ti, para tus manos, esas que me hacían rozar el cielo, y es que nadie mas entiende de cielos como tú, y como yo.
Y es que nadie ha estado entre las nubes, cómo nosotros, diciéndonos bajito que estábamos locos.

Me sobra un sitio en mi cama, y es que no encuentro tus costillas, donde me perdía alguna noche. Que todavía hiela y mi piel suplica perderme entre tus manos.
Que mi clavícula se queja de frío.

Y es que ahora me pongo dos pares de calcetines, para aguantar el frío que dejaste por todo mi cuerpo, por toda mi habitación.


Me sobran las ganas de abrazarme a tu espalda, y darte las buenas noches, o un "te quiero".

Quédate.
Que aún me quedan lunares por contarte. Leerte a Bécquer bajo las sábanas.
Mientras nos follamos el invierno.

Me sobra el último suspiro sobre la almohada


También me sobran  la mitad de las teclas del teclado para escribirte, para contarte mis sueños en tu cuello, para decirte con los ojos inundados, que te echo de menos.


Vuelve.
Prometo contarte cada noche las estrellas; rozando mi nariz contra tu pecho.

Dime que volverá a subir la marea, que necesito sentir que me ahogo  cuando estás rozándome; despacio.
Como un barco de papel que se va hundiendo poco a poco en tu espalda.
Caricias que rompen contra mi piel, como las olas. Que me pierdo en este azul, y tus ojos siguen quemándome.

Y no estás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario