Y es que no se que mas decir desde que te has ido, por que
me faltan las palabras para contártelo, y me sobra todo lo demás.
Me sobran los sueños, los suspiros, las historias y las
caricias que dejaste por toda mi cama.
Me sobra el café, que se me enfría por las mañanas y que por la noche abrasa, que se me queda
grabado a fuego en la garganta, y es que ya no puedo gritar tu nombre por las
noches, mirando por la ventana, por si apareces.
Me sobra medio paquete de tabaco, el cigarro se consume mas
lento, y es que ya no estás para quitármelo de la boca.
Le dabas unas caladas
entre una sonrisa, una de esas que hacía
que me dieran unas ganas tremendas de morderte la boca, y lo que pasara...
Me sobra hueco en los bolsillos, y es que ahora camino con
las manos cosidas a ellos, se me congelan, y sobra hueco, para ti, para tus
manos, esas que me hacían rozar el cielo, y es que nadie mas entiende de cielos
como tú, y como yo. Y es que nadie ha estado entre las nubes, cómo nosotros,
diciéndonos bajito que estábamos locos.
Me sobra un sitio en mi cama, y es que no encuentro tus
costillas, donde me perdía alguna noche.
Sueño descalza bajo la cama, y es que ahora me pongo dos
pares de calcetines, para aguantar el frío que dejaste por todo mi cuerpo, por
toda mi habitación.
Me sobran las ganas de follarme tu mirada, tu sonrisa, tu clavícula,
tu pelo; las ganas de abrazarme a tu espalda, y darte las buenas noches, o un
"te quiero".
También me sobran las
teclas del teclado para escribirte, para contarte mis sueños en tu cuello, para
decirte entre el rimel corrido de mis ojos, que te echo de menos.
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