Cuando estaba perdida te encontraba a ti, en el sueño más callado, o en mi piel.
Y ahora lo estoy, necesito volver a estar entre tu boca, leyéndonos
el silencio, arañando tu espalda, bebiéndonos
las ganas, con café.
"Shh", ahora sólo me queda apoyarme en mi almohada, a lo mejor
te encuentro por algún rincón de mis sueños. Sólo tengo que llevarme el mapa de
tu piel. No recuerdo donde se encontraban tus lunares, si tenías pecas o los
ojos marrones.
Por si acaso, te daré una pista.
Seguiré en el mismo lugar, andando de puntillas para no
despertarme, en silencio, olvidada en aquel rincón. Estoy exactamente donde
estuvo tu pasado. Me acuerdo bien, pasé un par de veces por allí.
"Aquella sonrisa que dejaba entrever mi máxima
felicidad se escondía detrás de tu espalda, como una niña, que corría lo más
lejos posible hasta encontrar un lugar a salvo. Su escondite, su rincón, su
lugar secreto. Y el mío eras tú.
Ver dormirse al sol, entre los pequeños huecos de la
persiana, cuando aún podía sentir tus ansias. Y ver despertarse a la luna,
mientras hacíamos eso que llaman amor".
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