El
silencio es la única manera que se, para decirte que no puedo más.
No
quiero que te hundas conmigo, a pesar de mis sonrisas, a medias, que tanto te
querían.
Intenté
salvarme escribiendo, escribiéndote a ti en una hoja en blanco que llenaba con
palabras que no quise sentir nunca, derramando más tinta que lágrimas, que esa
fue la única forma que encontré para soñar cuando no podría dormir, y es que
escribir con los ojos cerrados en tu espalda es acabar muriendo, de ganas, de
pintarte besos por toda tu piel, y de pasear por tu pecho. Y esa me parece una
forma bonita de morir, y de dejar atrás esa sonrisa tan bonita que me había
salvado tantas veces, tal vez
hundiéndose conmigo…
De alguna
forma me duele decirte adiós, de la misma forma que un día empecé a sentir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario